miércoles, 26 de septiembre de 2012
El ser puede llegar a tener la confianza suficiente para desarrollar su propia confianza y su propio potencial, básicamente con una herramienta muy especial y poderosa: el silencio. Porque no es sólo el silencio de que no hayan ruidos externos como el televisor, etc. sino que también no haya el ruido mental que es algo que nos perturba y nos cansa mucho, porque a cada instante estamos creando pensamientos, emociones, expectativas. Esto es algo que no se detiene, y es esta creación constante que tiene un efecto continuo sobre nosotros.
Hay un sistema de creencias constantemente presente que está enraizado, invisible en nosotros y que no está muy consciente; y después hay todo el funcionamiento de mis propios pensamientos, el cual hace los ruidos internos que afectan la forma en que yo me
siento. Mis pensamientos son como gotas que rebotan en mi sistema de creencias y que tienen un efecto, entonces cada vez que hay un pensamiento, este hace un ruido interno sobre una creencia propia que produce una experiencia, una emoción, un sentimiento, etc. Nosotros no somos siempre conscientes de esto, no nos fijamos que estamos siempre pensando, o aunque nos fijemos que siempre pensamos no nos capacitamos en ya no funcionar de esta manera, es importante fijarnos de cómo funcionan estos pensamientos y
qué son. La mente necesita estar activa, como los pulmones necesitan respirar, pero la mente no necesariamente tiene que estar activa en lo que tú no decides, porque si nos fijamos, la mayor parte de los pensamientos no los decidimos concientemente, los creamos pero no los decidimos. Si cada uno de nosotros decidiéramos qué pensamientos tener seguramente que elegiríamos tener otros pensamientos en lugar de los que tenemos, por lo menos en un 80%.
Lo que es importante fijarse es que yo soy el creador de pensamientos. Pensar está bien, pero tengo que volver a tomar en mis manos las riendas de mi mente.
Brahma Kumaris
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